USO COMO FUNGICIDA
En lugar de usar cobre, sulfuro, o incluso tratamientos sistémicos,
el tratamiento ecológico basado en el aceite de neem se usa en
frutales, nueces, vegetales, plantas de especias, rosales, plantas
de interior, árboles ornamentales, todo tipo de flores y arbustos.
Y, es especialmente indicado en los viñedos contra el oídio y
mildiu, que atacan a las cepas de uvas, no solamente como
preventivo, sino también como un eficaz tratamiento curativo. De
esta manera, cuando una planta se vea afectada por alguna de estas
plagas, el método más eficaz sería tanto el uso de aceite de neem
como tratamiento de contacto basado en la fumigación, así como
también el riego del mismo producto que hará el efecto de
tratamiento sistémico, siendo absorbido desde las raíces hacia todas
las partes de la planta.
El aceite de neem es, por lo tanto, un fungicida
efectivo para la prevención y control de varias enfermedades
producidas por los hongos, incluyendo oídio, mildiu, moteado negro,
botritis o podredumbre gris, antracnosis, roya, leaf spot (mancha
foliar), filoxera y alternaria.
JARDINERÍA ECOLÓGICA
Investigación Agrícola, junio, 1994 por Hank Becker
"...en numerosos ensayos, una fumigación de 1 por
ciento de aceite de neem en agua "detuvo el 95 por 100 de oídio en
hortensias, lilas, y flox."
Una única aplicación fue suficiente para proteger
estas plantas ornamentales de la infección. Aplicaciones repetidas
en intervalos de 7 a 14 días durante el crecimientos de las plantas,
proporcionó protección contra la enfermedad, sin ningún daño a las
plantas. En las plantas donde el oídio había comenzado a
desarrollarse, "fue eliminado, proporcionando un control comparable
al que se consigue utilizando fungicidas químicos."
El oídio, que también ataca a los mirtos y
rosales, provoca que las hojas se pongan blancas. Los resultados
preliminares indican que el aceite de neem detiene y controla los
hongos que afectan a estas populares plantas ornamentales,
especialmente en zonas húmedas.
Esta investigación comenzó en cooperación con el
entomólogo del ARS Hiram Larew, también demostró que el aceite de
neem puede reducir el daño causado por varias plagas, incluyendo la
araña roja.
"En ensayos preliminares, un 2 por ciento de
spray de aceite de semilla de neem, aplicado directamente sobre los
huevos de las arañas rojas, provocó un 87 por ciento de mortalidad".
Las investigaciones del Departamento de
Agricultura de Estados Unidos con pesticidas naturales derivados de
las plantas, tales como la nicotina, comenzaron en los años 1920.
Siendo a partir de 1975, cuando se iniciaron las evaluaciones sobre
la capacidad de los productos extraídos de la semilla de neem para
matar insectos. Muchas plagas de insectos pueden sufrir los efectos
de la azadiractina, incluyendo ácaros, escarabajos, orugas, insectos
chupadores como los pulgones, cochinillas, áfidos y psilidos; o la
mosca blanca.
TRATAMIENTO DE PLAGAS
Las semillas y hojas del árbol de Neem contienen
muchos componentes que son útiles para el control de las pestes. A
diferencia de los insecticidas químicos, los componentes del neem
actúan sobre el sistema hormonal de los insectos, no sobre el
sistema nervioso o digestivo, y por lo tanto no originan el
desarrollo de resistencia en las futuras generaciones. Estos
componentes pertenecen a la clasificación general de productos
naturales llamados "limonoides".
Con los limonoides presentes en el neem se
elaboran efectivos insecticidas, pesticidas, nematicidas y
fungicidas, que además son inocuos para el medio ambiente. Los
limonoides más significativos encontrados en el neem, con probada
capacidad para bloquear el crecimiento de los insectos, son: la
azadiractina, salanina, meliantriol y nimbina. La azadiractina se
considera actualmente como el agente más importante, extraído del
neem, para el control de los insectos. ‘Parece tener eficacia en más
del 90% de las plagas. No mata los insectos –o, al menos, no
inmediatamente–, en lugar de ello, sirve tanto de repelente, como
para interrumpir su crecimiento y reproducción. Investigaciones
realizadas durante los últimos años, han demostrado que es el
regulador y disuasor más potente, nunca ensayado. Repelerá o
reducirá la alimentación de muchas especies de plagas de insectos,
así como de algunos nematodos. De hecho, es tan potente que una
mínima cantidad de azadiractina evita que los insectos incluso
toquen las plantas.’
Ciertas hormonas son necesarias para el crecimiento y desarrollo de
los insectos. Estas hormonas controlan el proceso de metamorfosis en
que los insectos pasan de larvas a adultos. La azadiractina bloquea
las partes del cerebro de los insectos que producen estas hormonas
vitales. Como resultado, los insectos son incapaces de
transformarse. Es a través de estos sutiles efectos hormonales, cómo
este importante compuesto de neem rompe el ciclo vital de los
insectos. Las poblaciones de insectos disminuyen drásticamente al
ser incapaces de reproducirse.
El meliantriol y la salanina actúan como
poderosos agentes inhibidores del proceso de alimentación. La
nimbina, al igual que la nimbidina (otro componente del neem) tienen
propiedades antivirales.
Bloquear la transformación de las larvas, se
considera que es una de las cualidades más importantes del neem, que
puede usarse para eliminar muchas especies de plagas. Los productos
del Neem son inocuos para la mayoría de los insectos beneficiosos,
los humanos y demás mamíferos, excepto ciertos integrantes de la
vida marina, como cangrejos, langostas, pescados y renacuajos.
A pesar de tener una gran selectividad, los
derivados del neem afectan aproximadamente a unas 400 ó 500 especies
de plagas pertenecientes a Blattodea, Caelifera, Coleoptera,
Dermaptera, Diptera, Ensifera, Hetroptera, Homoptera, Hymenoptera,
Isoptera, Lepidoptera, Phasmida, Phtniraptera, Siphonoptera y
Thysanoptera, ostracodos, arañas y nematodos, especies nocivas de
lombrices y hongos, incluyendo el productor de afllatoxina,
asperguillus flavus.
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